Hoy me apetece enseñaros y contaros cómo empezó mi primer huerto y cómo está hoy en día.
En mi penúltimo año de universidad, estudiando la licenciatura de Bellas Artes, empecé a plantearme mi futuro desde diferentes puntos de vista. La tierra siempre me había llamado la atención pero nunca había tenido la oportunidad de trabajarla. Justo en ese momento estaba en un proceso de cambio de alimentación hacia lo saludable y ecológico y poder cultivar mis propios alimentos me generaba mucha curiosidad. Así que empecé a leer y a documentarme sobre el tema.
Durante las vacaciones de verano volví a la isla y mis suegros me dejaron un trocito de tierra en su casa para empezar mi primer huerto. Fue muy emocionante decidir el tamaño, método que utilizaría, el proceso de monataje. Todo era nuevo, emocionante y excitante. Luego empezó el ansia por la espera de los primeros frutos, ver cómo crecían y los cambios que se producían día a día. Observar cada hora por si algo ocurría por no decir cada minuto.
Y llego lo mejor, que sin duda fue la primera vez que recolectamos y cocinamos las verduras que yo mismo había cultivado, que satisfacción! Fue entonces cuando decidí que cultivar yo mismo era una de las mejores cosas que había experimentado y sin duda alguna si aún no lo habéis probado os animo a que lo hagáis.
Es una actividad que te llena, emociona, equilibra. Es un trabajo físico y mental que no siempre es fácil peró cuando todo llega a la cocina, ya no importa, porque es un placer cultivar uno mismo su propia comida.
El huerto durante estos años ha sufrido algunos modificaciones, se ha ido ampliando cada vez más hasta llegar al estado de hoy: un huerto de 4 bancales de 8 metros de largo cada uno.
Este huerto lo siguen disfrutando mis suegros a los que estoy muy agradecido por haberme ayudado y apoyado para poder emprender este gran camino de la agricultura familiar.
¡Espero que os haya gustado!
Contadme cual ha sido vuestra experiencia con vuestro primer huerto.
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